19 jun 2012

Las lentejas, solo con los abuelos

Un estudio muestra cómo los niños comen legumbres y dieta mediterránea cuando comen con los mayores

Los abuelos tienen en su mano la llave de que sus nietos se aficionen a una dieta saludable. Un estudio, elaborado por la Federación de Sociedades de Nutrición y la Agencia de Seguridad Alimentaria, muestra que 2 de cada 3 abuelos fomentan una dieta equilibrada entre sus nietos. En gran parte esto ocurre porque en la actualidad el cuidado y la educación de los niños corre de la mano de sus abuelos, y esa puede ser la clave para que las nuevas generaciones recuperen la esencia de la dieta mediterránea, paulatinamente olvidada por sus padres.

En los últimos años ha descendido la frecuencia con la que se cocina en los hogares «platos de cuchara» por la falta de tiempo y la adopción de costumbres «prácticas» a la hora de preparar la comida. Con la rapidez también se ha reducido el consumo de frutas, hortalizas y legumbres , alejándose la dieta actual de la dieta mediterránea tradicional y saludable.

El último bastión de la dieta mediterránea

En el estudio de Fesnad se ve cómo los potajes, uno de los platos más saludables, solo aparecen en la dieta habitual si en esas casas vive una persona mayor, o si los hijos comen o cenan en casa de los abuelos, confirmándose que, en la mayoría de los casos, nuestros abuelos suponen el último bastión de la dieta mediterránea para nuestros hijos. El estudio, se ha realizado sobre un total de 404 encuestas telefónicas a ciudadanos con una media de edad de 70 años.

Como media, los encuestados ingieren aproximadamente 3 piezas de fruta al día, comen pescado cerca de 3 veces a la semana y verduras unas 4 veces, y en su dieta diaria no hay un exceso de alimentos que contienen grasas saturadas

Más de la mitad de los abuelos del estudio son los responsables de una de las comidas o cenas de la semana de forma habitual. Este porcentaje se eleva al 75% si se trata de los abuelos del sur de nuestro país.

De los datos de la encuesta se desprende que alimentos tan equilibrados y sanos como los potajes solo aparecen en la dieta habitual de muchos hogares si en ellos vive una persona mayor.

Ni pescado ni verdura

Los abuelos que «alimentan» a sus nietos ejercen, según se desprende del estudio, una influencia positiva en la alimentación de sus nietos. El 64 % (2 de cada 3) de los abuelos preparan a los nietos su comida habitual, y los nietos se adaptan a esta dieta. No obstante en opinión de los abuelos, el 67% de los nietos no comen de todo. En concreto, no comen ni verdura ni pescado mientras que, por el contrario, abusan de la carne y en el postre ponen más lácteos en vez de fruta. En general, la gran mayoría de los encuestados (81% de mujeres y el 64% de hombres) habla con sus nietos de la necesidad de mantener una dieta sana y los involucran (a los nietos) en las actividades relacionadas con la hora de comer como el poner la mesa, recoger o preparar los postres.

El estudio ha confirmado que la gran mayoría de nuestros abuelos sigue manteniendo una dieta rica en frutas (3 piezas de fruta/día), verduras (4 veces /semana) y pescados (3 veces/semana). Dicha dieta tiende a ser más sana cuanto mayor es la edad del entrevistado. Los abuelos del sur de España tienen la percepción que su dieta es mejor que la de los abuelos del norte de España.
Recuperar la comida de familia

Los expertos señalan que hay numerosos aspectos de la alimentación que nos sirven para enseñar a crecer, como implicando a los niños en el diseño de los menús, dejándoles participar de la compra, involucrándolos en la cocina, recuperando la comida de la «familia» o hablándoles de la cultura gastronómica propia del lugar donde residen. También procurar que el momento de la comida sea un momento de paz y no de riña, y haciéndoles descubrir nuevos sabores y texturas para mejorar su empatía con los alimentos. Todo ello hace que comer se convierta en una verdadera escuela del crecer.

/abc

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