17 oct 2011

La seducción en un frasco

El aroma y la intención van de la mano en el uso del perfume, que refleja como ningún otro accesorio etéreo el deseo de seducir. No hay claves ni caminos ciertos, pero encontrar el perfume que nos seduzca y haga otro tanto con los demás es equivalente a extraerle el néctar a la vida.

La escogencia de un perfume es algo tan personal que hay tantas esencias y presentaciones como gustos olfativos. Ese recóndito lugar donde una mujer encuentra la quintaesencia de su personalidad va más allá de consideraciones de tipo puramente formal y más bien se enfoca a complacer su propia naturaleza, así como ese olor que emana el hombre que la seduce es la suma de muchas evocaciones abstractas e indefinibles.

En todo caso, hay algunas claves que hay que tener en cuenta cuando se elige un perfume, entre éstas, que la serie de sensaciones olfativas que su aroma produce se clasifican en notas bajas o de fondo, medias o de corazón y altas o de cabeza, y que tales sensaciones se suceden en sentido inverso a como han sido nombradas, es decir, que las notas altas o de cabeza son las primeras en manifestarse cuando se abre el frasco de perfume y éste emana sus materiales más volátiles (cítricos, lavanda…), que las medias o de corazón expiden un olor que permanece un poco más y que evoca aromas florales.

Finalmente, las notas bajas o de fondo son las encargadas de aportar la sensación más definitiva y duradera, que se decanta durante las horas que siguen al momento de haberse puesto el perfume, y predominan en ellas olores más densos como el del ámbar, el jazmín, el musgo y otros.

El perfume se usa no sólo para oler bien, sino para ejercer un efecto agradable y excitante en los demás. Así, lo primero que se debe considerar cuando se busca un perfume es que éste armonice con los sentidos. Hay que aprender a oler, comparando distintas fragancias, y aunque el acto de ponerse un tris de perfume en la mano es fundamental, hay que tratar de descubrir los matices que cada uno de ellos exhala. Una vez reconocido ese olor, es bueno compararlo con otros para llegar finalmente a una escogencia adecuada a nuestro olfato y a lo que necesitamos del perfume, es decir, que atraiga el olfato de las personas que nos rodean.

revistafucia

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