17 oct 2011

Almuerzo en la oficina: los 6 platos más fáciles de preparar

¿Cansada de la comida fuera de casa? ¿Comienzas a odiar el arroz con atún que sacas de la nevera en las mañanas? ¿Te sabes de memoria el menú de los restaurantes de la cuadra y ya nada de apetece? Existen deliciosas soluciones para que almuerces gustosamente.

¡Alista la lonchera! Llevar tu maletín de almuerzo al trabajo será más que un deber: se convertirá en un exquisito, saludable y sobre todo, sencillo  placer que además te ayudará a ahorrar. Prepara sabrosos platillos desde la comodidad del hogar y deja tentados a tus compañeros de trabajo.

Cualquier excusa es válida: ya sea cuando las precarias reservas financieras de fin de mes comienzan a ser evidentes en tu bolsillo o simplemente por la seguridad de tener tu comida hecha desde tu propia casa. Pero, ¿no te imaginas metida en la cocina? Lo mejor de todo el asunto: es  mucho más fácil de lo que crees. Ahorras dinero, tienes confianza en cuanto al manejo y procedencia de los alimentos, no te toma mucho tiempo y puedes comer lo que más te gusta. Eres la chef recomendada por ti misma

¿Cómo empezar? De paseo por el supermercado

El mercado te ofrece todas las facilidades para que evites trajinosos momentos en la cocina: benditos sean los víveres precocidos y enlatados. Aprovecha lo que tienes a la mano y luego puedes ponerte experimental.

1.    Prepara una lista de alimentos sólidos: Escoge aquellos que no son perecederos y que puedes mantener en tu nevera o alacena por lo menos 7 días, además de que serán fundamentantales para la preparación de tus platos fuertes. El atún, la pasta, verduras enlatadas, arroz y huevos, por solo nombrar los populares.
2.    Aderezos a tu gusto: Lleva a la oficina desde el primer día tus aderezos y salsas predilectas. Disponlas en envases individuales y resistentes (que sean de plástico), déjalos guardados y marcados con tu nombre en la nevera o cajones de la cocina. Primero, te evitas empacarlos todos los días en envases pequeñísimos e incómodos, esto hace que se desperdicien y se rieguen en todo tu bolso; y segundo, son los que le darán un gusto diferente a las “comidas laborales”.
3.    Portacomidas, tarros herméticos y vasijas para ensaladas: Prepara la artillería con todo aquello que necesites para empacar. Los tarros con la tapa rosca, por ejemplo, son los perfectos para los líquidos como las cremas. En los portacomidas, encuentras diferentes niveles para separar los tipos de comida: fruta, arroz y alimentos con salsas.
4.    Como en casa: Muchas personas no se sienten cómodas llevando las famosas “coquitas” del almuerzo, ya sea por todo el espacio que abarcan dentro de sus carteras o porque no se sienten bien comiendo en un tarro plástico. Crea tu propio comedor: al inicio de la semana y cuando el transporte no sea el problema, lleva en una bolsa un plato de tu vajilla, un pocillo y tus cubiertos personales. Esto hace que te sientas más cómoda y disfrutes de la comida como deber ser: el simple efecto visual de ver un plato bien servido, te hará comer con más gusto.
5.    Té y jugos: Mantén en la gaveta bolsas de té frío y refrescos light que son fáciles de hacer y no hay tienes que cargarlos todas las mañanas.

Burritos en calorías y al gusto

•    Compra tortillas mexicanas en tu supermercado de confianza
•    Al momento de la preparación, calienta las tortillas sin dejar que se tuesten.
•    Usa las claras de huevo en vez de la yema, y bátelas. Esto para reducir el colesterol. A esta mezcla agrégale queso doble crema, pollo cocinado en tiras o carne molida.
•    Al momento de servir, toma un paquete de Doritos o Tostacos al gusto. Aplástalos dentro del mismo empaque, como si fueras a triturarlos, y ponlos encima del burrito. Agrega queso de untar y lechuga en tiras.

¿Cómo transportarlo?

Si quieres agregarle algún aderezo, no lo hagas desde casa: utiliza los que tienes en tu oficina. Empácalo en papel aluminio en forma de rollito: lo sellará y además lo conservará en sus jugos.

Atún con chips

•    Compra un paquete grande de papas chips o papas fritas, preferiblemente sabor natural o BBQ.
•    Vacía una lata de atún, agrégale una cucharada de mayonesa, salchicha o jamón picado, perejil picado y cebolla sofrita. Mezcla y revuelve. Cuando sirvas, machaca la papa chip en la misma bolsa y súmala a la mezcla. Sirve con las chips restantes o con una porción de arroz blanco.

¿Cómo llevarlo?
En un recipiente cerrado herméticamente y una bolsa. El calor no afecta la receta y evitarás los olores del atún.

Pasta que no cansa

Pastas en un dos por tres. La comida favorita de los “afanados”
•    Pasta con champiñones: Prepara la salsa de champiñones de paquete y sofríe media libra de champiñones en mantequilla (primero debes sofreírlos hasta que sequen, es decir, que no queden con agua). Revuelve y al momento de calentar, agrega queso parmesano.
•    Coditos de pasta: Jamón picado, cuadritos de aguacate, arveja verde mayonesa. Sírvela fría y acompaña con galletas sodas.
•    Pasta con verduras precocidas: Si definitivamente lo que quieres es interactuar lo mínimo con la estufa, compra verduras precocidas como maíz tierno, habichuelas, arvejas y zanahoria. Ponlas a secar y si lo deseas, sofríelas en mantequilla baja en grasa, le dará un peculiar y exquisito sabor. Corta un tomate en cuadritos y agrega una vinagreta con aceite de oliva. Revuelve y disfruta de la fusión nutricional de la pasta y las verduras.

Sándwiches, que no falten:

•    De jamón y queso: Pon en todo el centro del pan queso de untar con sabor a carne a las brasas.
•    De atún, cilantro y huevo cocinado picado: Con poca mayonesa, para que el pan no se ablande.
•    Con Pechuga de pollo a la plancha y mostaza: Adiciona una pizca de cilantro, ¡perfecto!
•    Vegetariano: Queso amarillo y queso mozarella en tajadas, tomates verdes y rojos en rodajas, lechuga crespa y cebolla cabezona desangrada.

Dulce mediodía

No te sientas culpable y sácale provecho a un snack que te puede servir de almuerzo por lo menos una vez a la semana. Te sentirás llena y no habrán culpas por los kilitos de más ¡Es bajo en grasa!

•    Fresas con yogurt: A una libra de fresas frescas bien lavadas y picadas en cuadros,  adiciona dos tazas de yogurt de vainilla bajo en grasa y medio pocillo de cereales Muesli. Cubre con moras.

¿Cómo empacarlas?

Sirve en un vaso de plástico resistente y cierra con papel film de cocina.

Cremosas y llenadoras

•    Compra paquetes de cremas o sopas a tu gusto. La mayoría de ellas viene con trozos de verduras y/o carnes incluidos. Prepárala en la mañana mientras tomas el desayuno o te maquillas. Son muy sencillas y prácticas. Ponles tu toque gastronómico personal decorando la mezcla (una vez servida) con papas fosforito, una pizca de crema de leche o con dos tajadas de pan.

¿Cómo empacarlas?

En un tarro tapa rosca de los largos.

revistafucsia

1 comentario:

Anónimo dijo...

UN SECRETICO
Nunca hacer guisos o poner tomate, ya que agría y daña las comidas de llevar.

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